terça-feira, 17 de fevereiro de 2009

Porque si.


Unha das voces críticas imprescindíbeis actualmente é a de Eduardo Galeano. Hoxe, durante unha conversa relativa as normas de conduta establecidas que non son nunca cuestionadas, lembreime dun pequeno texto recollido no seu “Libro de los abrazos”. Reprodúzoo aquí.



La burocracia /3

Sixto Martínez cumplió el servicio militar en un cuartel de Sevilla.

En medio del patio de ese cuartel, había un banquito.Junto al banquito, un soldado hacía guardia. Nadie sabía porqué se hacía la guardia del banquito. La guardia se hacía porque se hacía, noche y día, todas las noches,todos los días, y de generación en generación los oficiales transmitían la orden y los soldados obedecían. Nadie nunca dudó, nadie nunca preguntó. Si así se había hecho, por algo sería.

Y así siguió siendo hasta que alguien, no sé que general o coronel, quiso conocer la orden original. Hubo que revolver a fondo los archivos. Y después de mucho hurgar, se supo. Hacía treinta y un años, dos meses y cuatro días, un oficial había mandado montar guardia junto al banquito, que estaba recién pintado, para que a nadie se le ocurriera sentarse sobre pintura fresca”

Nenhum comentário:

Postar um comentário